sábado, 30 de octubre de 2010

Grande o pequeño - Realmente no importa



"Buen día.....


Es domingo el señor le ha dicho al viento que sople sobre las copas de los árboles, que el cielo sea de un azul brillante y que nuestro sueño sea ligero para poder llegar a tiempo a la misa por la mañana.


Les dejo la pintura de hoy recuerden que si la coloreas y eres de los mejores puede tener un premio en la misa de nuestra Parroquia San Pío. "



Traducción de Zulma M. Corchado de Gavaldá

Tema:Nuestro tamaño no es importante para Jesús. Propio 26 (31) Año C
Objeto:Una bola de baloncesto
Escritura:"Llegando al lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: --Zaqueo, baja en seguida. Tengo que quedarme hoy en tu casa" (Lucas 19:5 - NVI).

La Biblia nos dice algo acerca de otro hombre que vino a ser grande a pesar de no ser muy alto. Su nombre era Zaqueo. Sé que la mayoría de ustedes conocen la historia de Zaqueo. Zaqueo no sólo era bajito, sino que era odiado por casi todos porque era un recaudador de impuestos. Como recaudador de impuesto, frecuentemente engañaba a las personas cobrándole más impuestos de los que debían.

Un día Zaqueo escuchó que Jesús vendría a su pueblo. Había oído de Jesús y deseaba verle, pero por ser bajito no podía verlo porque la multitud lo tapaba. Se trepó a un árbol para poderlo ver. Al Jesús pasar, llamó a Zaqueo y le dijo: " Zaqueo, baja en seguida. Tengo que quedarme hoy en tu casa". Zaqueo bajó del árbol y llevó a Jesús a su casa. Mientras Jesús estaba allí, Zaqueo le dijo a Jesús que estaba arrepentido por las cosas malas que había hecho y que él le daría la mitad de todo lo que él poseía a los pobres. También le dijo que le pagaría cuatro veces lo que le había cobrado de más a las personas. Puede ser que no haya sido muy alto, pero Zaqueo vino a ser un gigante en el Reino de Dios ese día porque decidió seguir a Jesús.

Puede ser que no seas muy alto ahora, puede ser que jamás lo llegues a ser, pero puedes ser un gigante ante los ojos de Dios si decides seguir a Jesús.

Querido Señor, agradecemos el que no te importe si somos grandes o pequeños. Ayúdanos a estar dispuesto a seguir a Jesús y estar firmes en él. En el nombre de Jesús oramos, amén.


Agradecemos a nuestros amigos:

http://www.sermons4kids.com/mensajes_para_ninos.htm




jueves, 28 de octubre de 2010

La Parábola del Sembrador, un mensaje del evangelio para nuestros Corazones...



"Siempre Dios nos invitara a dar fruto, no importa que sea verano, otoño e invierno pues los frutos de los hijos del señor a diferencia de los frutos de los arboles no tienen termino y nuestros frutos están siempre listos para ser entregados a nuestros hermanos."


Saludos Cordiales,


Les dejo otro evangelio padrisimo!


LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR

Evangelio según Mateo, capítulo 13

1 Ese día Jesús salió de casa y fue a sentarse a orillas del lago.

2 Pero la gente vino a él en tal cantidad, que subió a una barca y se sentó en ella, mientras toda la gente se quedó en la orilla.

3 Jesús les habló de muchas cosas, usando comparaciones o parábolas. Les decía: «El sembrador salió a sembrar.

4 Y mientras sembraba, unos granos cayeron a lo largo del camino: vinieron las aves y se los comieron.

5 Otros cayeron en terreno pedregoso, con muy poca tierra, y brotaron en seguida, pues no había profundidad.

6 Pero apenas salió el sol, los quemó y, por falta de raíces, se secaron.

7 Otros cayeron en medio de cardos: éstos crecieron y los ahogaron.

8 Otros granos, finalmente, cayeron en buena tierra y produjeron cosecha, unos el ciento, otros el sesenta y otros el treinta por uno.

9 El que tenga oídos, que escuche.»

10 Los discípulos se acercaron y preguntaron a Jesús: «¿Por qué les hablas en parábolas?»

11 Jesús les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos, no.

12 Porque al que tiene se le dará más y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.

13 Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven; oyen, pero no escuchan ni entienden.

14 En ellos se verifica la profecía de Isaías: Por más que oigan no entenderán, y por más que miren no verán.

15 Este es un pueblo de conciencia endurecida. Sus oídos no saben escuchar, sus ojos están cerrados. No quieren ver con sus ojos, ni oír con sus oídos y comprender con su corazón... Pero con eso habría conversión y yo los sanaría.

16 ¡Dichosos los ojos de ustedes, que ven!; ¡dichosos los oídos de ustedes, que oyen!

17 Yo se lo digo: muchos profetas y muchas personas santas ansiaron ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron; desearon oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.

18 Escuchen ahora la parábola del sembrador:

19 Cuando uno oye la palabra del Reino y no la interioriza, viene el Maligno y le arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Ahí tienen lo que cayó a lo largo del camino.

20 La semilla que cayó en terreno pedregoso, es aquel que oye la Palabra y en seguida la recibe con alegría.

21 En él, sin embargo, no hay raíces, y no dura más que una temporada. Apenas sobreviene alguna contrariedad o persecución por causa de la Palabra, inmediatamente se viene abajo.

22 La semilla que cayó entre cardos, es aquel que oye la Palabra, pero luego las preocupaciones de esta vida y los encantos de las riquezas ahogan esta palabra, y al final no produce fruto.

23 La semilla que cayó en tierra buena, es aquel que oye la Palabra y la comprende. Este ciertamente dará fruto y producirá cien, sesenta o treinta veces más.»


Texto Inicial: Greñas San Pio x

Fuentes: http://www.adorasi.com/temas/parabolas-de-jesus/parabola-del-sembrador.php


Video de Hoy:

http://www.youtube.com/watch?v=wGDeGlHHJvg&feature=related

la casita en la Roca de EWTN Canal Católico del Mundo =)






miércoles, 27 de octubre de 2010

Dios no se Puede equivocar

Pues Dios nos muestra siempre su amor.


Parábola del amigo importuno
Lucas 11, 5-13
Parábola del amigo importuno
Parábola del amigo importuno
Lucas 11, 5-13


Les dijo también: «Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: "Amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle", aquél, desde dentro, le responde: "No me

molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos", os aseguro, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará cuanto necesite». Yo os digo: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»

Reflexión

La oración, como Jesús la entiende, es lo más pragmático que puede haber. Nos habla de Dios como un ser escandalosamente personal; lejos de ser la divinidad lejana e impersonal tan en boga hoy en día (lo llaman energía, fuerza, plenitud y luz seguidos de un inacabable y aburrido etcétera), Dios es el Padre -o la madre, según Juan Pablo I- que ama, que escucha, que siente y que palpita al unísono con nuestro corazón esperando a que le pidamos pan para dárnoslo con generosidad. Está ansioso tras la puerta esperando a que llamemos para abrir, aguardando nuestra mano para colmarla. Cristo -imagen viva de Dios- vivió en el mundo oyendo a cuantos le pedían y cumpliendo cuanto se le solicitaba con fe: no solo dio pan y abrió puertas, sino que devolvió la vista a los ciegos, la vida a los muertos, la salud a los enfermos y l

isiados, y sobre todo, la paz a los corazones torturados por el desasosiego y las incertidumbres. Cristo escuchó a todos y nos afirmó con claridad diáfana que pedirle a Él con confianza es el camino más corto para alcanzar lo que necesitamos.

Los amigos de Dios entienden muy bien la generosidad que tiene ante quienes le piden favores. Son innumerables los milagros acaecidos en los santuarios de peregrinación y los conseguidos por cristianos fervorosos en diálogo confiado con Dios. La fe sana y la oración es el quitapesares de los cristianos. A Jesús podemos acudir con toda confianza y contarle todo lo que nos sucede y nos preocupa. Desde que nos falta alimento y vestido, hasta que nos encontramos aturdidos, insatisfechos. Desde nuestros deseos más sublimes de hacer el bien hasta las más inimaginables tentaciones. Desde comunicarle nuestros afectos más intensos hasta nuestras dudas más profundas. Jesús es una persona, dile que le quieres o que quieres quererle. Dile que sientes muy poco, dile que estás comenzando y no sabes, dile que llevas mucho tiempo y estás cansado. Pregúntale qué quiere de ti, y confiésale tus miedos. Mírale, estate en silencio junto a ÉL. Cuéntale un chiste o lo que te ha pasado justo antes de ir a visitarle al sagrario. Dile que le amas, dile que no le entiendes, dile gracias por este regalo. Ríe con Él, llora con ÉL. Poner amor dónde hay Amor ésta es la oración.


Les dejo un vídeo genial de como la oración perseverante nos ayuda siempre...

http://www.youtube.com/watch?v=PQYdKZimUOg



martes, 26 de octubre de 2010

La Homilía: Vé y Haz Discípulos Domingo 24 de Octubre 2010.

Tema:

La Gran Comisión

Objeto:

Una botella con un mensaje dentro.

Escritura:

“Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mund

o” (Mateo 28:18-20 – NVI).


¿Han leído o visto una película en la cual alguien haya puesto un mensaje dentro de una botella y luego haya tirado la botella al mar? Quizás se trataba de una persona que estaba varada (perdida) en una isla en medio del océano y decidió poner un mensaje en la botella esperando que alguien la encontrara y la rescatara. Quizás fue alguien que deseaba saber hasta dónde el viento y las olas podían llevar su mensaje.Leí una historia real de un hombre llamado Harold Meyers que fue en un crucero por el Caribe. Estando en el barco, cogió tres botellas y envió un mensaje con su nombre y dirección y un dólar dentro. El dólar era para pagar el franqueo postal para que la personaa que recibiera el mensaje le escribiera y le dejara saber donde la encontró. Luego le puso un tapón de corcho a cada una de las botellas, las selló con cera y las tiró desde el barco al océano. Sus amigos bromeaban con él diciéndole que lo que había hecho era botar buen dinero al océano.
Lo que pasó con esas botellas fue algo incredible. De esas tres botellas que tiró al mar, dos fueron encontradas y recibió carta de las personas que las habían encontrado. ¡Dos de tres! ¡Increíble!
“A decir verdad”, dijo El Sr. Meyers, “me asombré. Creo que realmente nunca esperaba saber de nadie.”
Estuve pensando que quizás esa pudiera ser una buena forma de llevar el mensaje de Jesús a todo el mundo. Pudiéramos escribir el versículo Juan 3:16 en pedacitos de papel. ¿Conoces lo que dice Juan 3:16? "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para

que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eternal” (NVI). Podríamos escribir eso en un papel, ponerlo en una botella y tirarlo al mar. Entonces las buenas nuevas de Jesús flotarían alrededor del mundo.
¿Les parece un buen plan? A decir verdad, creo que es un plan medio bobo (tonto). No creo que el mensaje del amor de Dios pudiera llegar a muchas personas de esa manera. ¿Cuál será la mejor manera de llevar las buenas nuevas del amor de Dios a las personas de todo el mundo? Jesús le dijo a sus discípulos cómo deseaba que se hiciera y el plan siguiera siendo tan bueno como lo fue entonces.
Jesús dijo: “…vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes.” Jesús desea que le digamos a todos los que encontremos acerca de su amor por ellos y que compartamos lo que él nos ha enseñado por medio de la Biblia. No dijo: “Envíen un mensaje en una botella”, sino que dijo: “…vayan y hagan discípulos”.
Querido Padre, ayúdanos a obedecer el mandamiento que nos has dado de ir y hacer discípulos. Amén.